A través de los tres mecanismos puede inyectarse capital -a una empresa, a un particular, a una organización, etc.- como financiación colectiva, pero se distinguen en el objetivo que buscan y en la manera de obtenerlo.

Vivimos tiempos de economía colaborativa. Una época en la que grupos de personas se unen para llevar a cabo una determinada acción o interactúan entre sí con el objetivo de lograr mutuo beneficio. Hay diversas variantes en este campo, aunque comparten el citado carácter colectivo y que van más allá de la financiación bancaria tradicional. Te contamos qué son el crowdlending, el crowdequity y el crowdfunding, así como las diferencias que existen entre los tres conceptos.

Crowdlending, crowdequity y crowdfunding

Como tantos otros anglicismos con los que convivimos, estos tres movimientos se designan en inglés y todos parten de la palabra crowd, que significa ‘muchedumbre’ o que puede traducirse como ‘colectivo’ al actuar en calidad de prefijo, como en este caso.

¿Qué es el crowdlending?

El crowdlending es un sistema de financiación colectiva mediante el cual pequeños inversores prestan capital a una empresa o a otro particular al objeto de conseguir una cierta rentabilidad y a lo largo de un periodo de devolución. El crowdlending permite evitar al intermediario bancario y suele concretarse a través de una plataforma digital.

¿Qué es el crowdequity?

Por su parte, el crowdequity se aplica a negocios que requieren una inyección económica, pero con la salvedad de que no se acuerdan unos intereses ni éstos se dan en sentido estricto en el crowdequity. A cambio, los participantes obtienen ganancias en función de la marcha de la empresa de la que pasan a formar parte como inversores. La forma de contacto entre las partes es igual que en el crowdlending.

¿Qué es el crowdfunding?

En último lugar, el crowdfunding implica que varias personas aceptan destinar capital a proyectos, a empresas, a partidos políticos, a iniciativas artísticas o culturales y, en general, a cualquier organización. Aunque el crowdfunding difiere de una manera más notoria de las anteriores por un motivo sencillo: se trata de una vía altruista, sin ánimo o intención de recibir un rédito monetario, o siquiera de que el importe inicial sea reembolsado. Lo cual no es habitual que se produzca.

No obstante, sí ocurre en determinadas circunstancias que el donante muestra su interés por obtener, como contraprestación a su generosidad, un reconocimiento público o figurar en algún tipo de lista de agradecimientos. Al resto, aquellos que optan por un apoyo anónimo, le suele bastar con el hecho en sí mismo de realizar la acción solidaria. 

En qué se diferencian crowdlending, crowdequity y crowdfunding

Aclarados los conceptos, las distinciones entre los tres resultan evidentes. Tanto el crowdlending como el crowdequity tienen una finalidad inversora, una motivación económica. A pesar de que, en el primer caso, se busquen unos intereses, y en el segundo, una participación más inconcreta que depende de los beneficios que alcance la empresa en cuestión. Mientras, en el crowdfunding se aspira -aunque hay excepciones- a una retribución moral. Se trata de ayudar por amistad, por ideología, por afinidad o por simpatía con la causa, entre otras razones, sin que medie un interés financiero directo. 

Así que crowdlending, crowdequity y crowdfunding encajan en lo que se denomina sistemas de financiación colectiva, pero divergen en el objetivo y la forma de obtenerlo una vez concluida cada operación.

Los préstamos socialmente responsables de Wiloans

La filosofía de Wiloans combina varios de estos enfoques colaborativos, dado que ofrece un nuevo tipo de financiación socialmente responsable, pero maximizando las posibilidades que plantean el crowdlending, el crowdequity y el crowdfunding. En esencia, facilita préstamos entre particulares poniendo en contacto a ambas partes. Sin embargo, Wiloans agrega un matiz novedoso: un mínimo del 25% de los intereses generados en los préstamos -que se formalizan digitalmente- se destina a una acción social. La canalización de la misma se realiza por medio de una ONG y son los usuarios quienes eligen el destino del impacto social directo entre las opciones disponibles en la plataforma. Con la financiación socialmente responsable de Wiloans todos ganan: inversor, prestatario y sociedad.